sábado, 22 de agosto de 2009

Infame vocero esclesiástico


El rastrero gusano esclesiástico monseñor Arancedo, ha resuelto opinar sobre la pobreza y el fútbol; con su sueldo estatal y su asceta vestimenta de lúgubre monje negro, y sin que se le mueva un músculo de su lasciva cara, opina que el estado y su execrable institución de la mentira universal, ven distintas fotografías respecto de la pobreza.

Desde Caritas, esa ONG espiritualista, que todos los años organiza una colecta para repartir limosna entre los pobres, y desde su Universidad Católica, le informan que sus estadísticas son serias, no así las del gobierno.

Continúa luego, para alegría de todos sus feligreses y chupasirios confesos, que le hubiera "gustado que los 600 millones que el Estado destinó al fútbol fueran a la asistencia social y a garantizar el derecho de los niños”.

Quizás sea tiempo de que el Estado se independice de este lacra improductiva y anule el artículo 2 de la Constitución Nacional, comenzando a dar muestra de ser un país serio y evitar que cualquier pederasta o abusador sexual, escudándose en dioses inexistentes, opine de los temas nacionales sin el menor pudor y con total desparpajo.

Cortala Arancedo, llamate a silencio, vos y todos aquellos horribles voceros de la mentira, que aturden a la gente con dioses inexistentes, con la salvación eterna, con dudosas vírgenes y coloreadas estatuas de infames santos, condenando a los homosexuales, haciendo colectas para repartir limosnas a los pobres, bendiciendo todos los golpes de estado, hablando de la pobreza con sus jugosos sueldos estatales, ocultando y defendiendo a pedófilos y abusadores.

Hacenos un bien y renunciá a tu sueldo estatal si no estás de acuerdo con este gobierno, que te mantiene para decir pelotudeces y parasitar toda tu vida. De este modo podrás colaborar con los pobres por lo que tanto te preocupás... ¡fucking cura!

Nota completa acá.

2 comentarios:

Eva Row dijo...

Apropiadores de los cuerpos de las mujeres como si fueran propiedad pública, pudiéndose sospechar que no es tanto por afán de sometimiento como por verdadero desprecio y hasta asco de la condición femenina. Lástima que tengan todavía tanto poder. Lástima que todavía sigan haciendo daño a tanta gente. Lástima que la humanidad no se haya liberado todavía de estos Ejercitos del control de las conciencias humanas, perseguidores y encubridores de los intereses de los ricos, para quienes han preparado un mundo de metáforas que justifican la explotación de los pobres.
Es increíble que nuestro país no se haya liberado todavía de estas lacras que tanto daño han hecho, desde hace casi 200 años.
Quise apoyar tu estilo Marcelo, porque es impecable hasta literariamente. Impecable. Las cosas hay que decirlas así.
Soy atea, por supuesto.

Marcelo Fassanelli dijo...

Gracias Eva por tu comentario; sigo insistiendo que hasta que no se elimine el art. 2 d3e la Cosnt. nacional vamos a tener que aguantar a estos "iluminados" opinando de cualquier estupidez que se les cruce; dependiendo de su "moral" y encima pagádole sueldos del estado.
saludos