martes, 27 de julio de 2010

Matrimonio igualitario, listo; ¿ahora el aborto?

La aprobación del matrimonio igualitario ha despertado expectativas en quienes están a favor de cambios en la legislación como la legalización del aborto y de la marihuana. ¿Qué tienen en común las tres iniciativas? Que las tres prohibiciones (ahora sólo dos) se deben a cuestiones morales (está bien/mal que los homosexuales puedan casarse, que las mujeres tengan derecho hasta antes de que el embrión se convierta en feto de decidir interrumpir el embarazo, que los ciudadano puedan consumir marihuana), y por eso las posiciones al respecto atraviesan el arco político, y hay quienes apoyan una o dos y se oponen a otra o a las otras. Eso se pudo ver, en las discusiones en  muchos blogs en los que se habló del tema, en las que dos personas que estaban de acuerdo sobre el matrimonio igualitario disentían sobre el aborto. Ya hemos hablado aquí largo y tendido sobre el tema, así que retomaremos sólo los puntos centrales.

Muchos de quienes se oponen desde una posición no religiosa sostienen que la cuestión central es la educación y que hay que centrarse en ella. Okey, pero abortos seguirá habiendo, así que decir sólo eso es salirse por la tangente. Pero lo jodido de esta posición es que implica decir: "si sabías los riesgos a los que te exponías teniendo relaciones, entonces jodete". Y deja de lado la cuestión central de quiénes son las principales víctimas del aborto ilegal: los pobres.

Efectivamente, las clases media y alta tienen los medios para pagarse un aborto ilegal pero seguro, realizado por un médico; la clase baja no, lo que lleva a abortos realizados en condiciones horrendas que terminan muchas veces con la vida de la mujer (que puede ya ser madre y dejar así huérfanos, por si fuera poco). Entonces el statu quo perjudica más a los pobres que al resto de la población. Musgrave, de finanzas Públicas, hablaba por eso en uno de los excelentes posts a los que nos tiene acostumbrados de hipocresía, y hacía una propuesta provocadora y polémica: aumentar la presión sobre los abortos ilegales para obligar a una mayor movilización por una ley justa. No sé cuán en serio lo dice y  no importa, porque su argumento muestra perfectamente la injusticia de la situación actual.

Los que se opongan a una legalización del aborto desde una perspectiva no religiosa tienen que asumir que el mensaje que dan es que prefieren que una mujer aborte en condiciones horribles y ponga en su riesgo su vida (y la del embrión, obviamente) con tal de no aceptar  que pueda decidir interrumpir un embarazo en las primeras etapas del mismo. Piensen lo que quieran, pero háganse cargo.

2 comentarios:

Eva Row dijo...

Comandante,
gracias por sacar el tema, gracias por preocuparte aunque no seas mujer, me emociona que un varón se ocupe del aborto.
El título del post también me conmueve, es como decir: bueno, ahora que ya se consiguió el matrimonio igualitario que encima es una conquista líder entre muchos países que todavía no lo tienen, ¿qué les parece ir pensando en esas mujeres que andan muriendo por ahí, desangradas, infectadas después de haber abortado malamente?

Ricardo Moura dijo...

EXCELENTE, acertado, impecable y oportuno post, Comandante. Contra lo que parece creer Eva, a unos cuantos varones nos ocupa y preocupa el tema.

Por cierto: hace tiempo que necesito comunicarme contigo, pero no tengo el mail. El mío es ricardomoura.tiscornia@gmail.com, ¿podrás ponerte en contacto?

Abrazo,

Ricardo Moura.