Este blog comenzó con la idea de quien suscribe, autora y editora de este blog, de formar una cooperativa de blogs. El comienzo fue realmente auspicioso, integrándose muy buenos autores que se comprometieron con el proyecto. Los blogs integrados fueron seleccionados y convocados por quien suscribe con el criterio de compartir afinidad ideológica y estilo editorial. Los blogs elegidos eran blogs instalados ya en la blogosfera nacional y popular, la mayoría con muchos lectores y comentaristas en sus blogs propios, conocidos y en una relación personal con la autora de este blog. Los posts se multiplicaban diariamente, la Cooperativa era un éxito, la calidad de los posts era inmejorable, un sueño convertido en realidad.
Pero al poco tiempo surgió el último conflicto violento de Medio Oriente. La minoría de dos autores entre diez, que reivindicaron y defendieron a rajatabla y sin ninguna reserva, las acciones del Estado de Israel, colocándolo en calidad de víctima en lugar de victimario, disparó una corrida del resto, con toda razón. Entre ellos yo misma, que tuve que replantearme el proyecto. No es posible compartir un mismo espacio con diferencias tan profundas. Los enojos fueron enormes. La Cooperativa se cayó. La huída fue despavorida. De ese proyecto primero me quedaron lastimaduras profundas, y preguntas sobre cómo se construye un colectivo, sin respuestas.
El proyecto quedó abandonado por meses, hasta que decidí rescatarlo y reformularlo abriendo la convocatoria a quien quisiera participar. Segundo enorme error. Así surgieron pedidos de integración de blogueros desconocidos por mí, cuyos blogs no pertenecían a la blogosfera nacional y popular ya consagrada, algunos con muy pocos lectores, a diferencia de la primera convocatoria. El azar de Internet produjo el milagro.
La idea fundamental era la de compartir la administración del blog. La propuesta existió. La intención de que los miembros participaran en la dirección existió. Para eso dí nacimiento a un blog que se llamó "Sede de la Cooperativa", donde se suponía que todos debíamos participar. Pero esta propuesta no tuvo eco. En las columnas con el Reglamento, el texto hablaba de los derechos de los miembros a oponerse a un post o a un posteador, y a participar en la administración que sería rotativa. Salvo dos personas nadie escribió en la Sede. Yo había creído que la participación iba a ser masiva, que allí ocurriría una especie de Asamblea, pero no pasó.
La Coopertiva funcionó como un lugar de alojamiento de posts para buscar lectores y comentaristas y nada más. La convocatoria no alcanzó para fundar compromiso. El Reglamento fue retirado por obsoleto e inconducente, muchos autores integrados ni siquiera lo vieron porque entraron cuando ya se había retirado, ni tampoco supieron de la anterior existencia de la "Sede".
Muy buenos autores participaron publicando sus posts, primero con entusiasmo, pero al poco tiempo la mayoría dejaba de publicar para siempre, seguramente desalentados por los pocos comentarios, sin ninguna explicación ni despedida, ya que nada los había ligado previamente con la editora del blog. Nadie pidió siquiera la baja, de tal manera que se acumulaban los autores sin que yo supiera si se consideraban o no miembros, si leían o no el blog.
Mi solicitud de que al publicar en una cooperativa se debía también comentar en los posts de los demás autores lo cumplía el ingresado sólo al principio, pero luego abandonaba para siempre. La falta de comentarios seguramente desalentó a los posteadores. Un blog sin comentarios no existe, se muere. La propuesta de integración a la cooperativa debió haber sido con la "obligación" de comentar en cada post. Hace mucho que sé que las cosas gratis no sirven, que no se debe generar un bien sin comprometer a las personas a una devolución obligatoria.
No es algo tan difícil comentar en todos los posts. Yo lo hago, y me resulta muy satisfactorio. Cada vez que se publica un nuevo posts me alegro y comento. También lo hacen no más de dos autores, pero no alcanza. No alcanza con los mismos tres comentaristas, termina siendo un ámbito cerrado. Habiendo llegado a tener tantos autores, fue una muestra de indiferencia masiva el no responder al pedido de efectuar comentarios. Nuevamente me equivoqué.
Tampoco entendió la mayoría la problemática de copiar y pegar un post sin limpiarlo de html. Mi intención fue que la gráfica fuera impecable, que se mantuviera el tipo de letra, el estilo de la imagen en relación al texto, el largo constante de la presentación de un post. El pedido de quien suscribe de que se limpie el texto pasando primero por Word Pad no fue entendido. Eso me significó largas horas de recomponer cada post, de hacer yo personalmente la tarea, a veces ya cansada y a punto de caerme de sueño. Tuve que copiar decenas de veces el texto de un post y pegarlo en Word Pad, borrarle así los html y volver a publicar el post colocando cada link en su lugar, manteniendo en otra pestaña el post original, yendo y volviendo de la pestaña, cosa que es realmente desgastante. Pero la culpa es mía porque no me supe hacer entender, y nunca quise desalentar a un miembro. Si no lo hacían, sería porque no lo habrían podido entender. Y si yo no lo hacía, me era imposible cortar el post con "leer más", cosa que dejaría a cada post con su largo, volviendo antipática la presencia formal y gráfica del blog, ocupando un espacio desmedido a veces por el largo de un post.
El otro conflicto que me surgió en la administración de este proyecto fue el de la integración de posteadores cuyo estilo editorial no me resultaba satisfactorio. Al principio integré autores sin mediar ninguna selección, lo que resultó en desmedro de la calidad editorial del blog, siempre en relación a mi gusto personal, por supuesto, ya que nadie opinaba. Unas pocas veces recibí comentarios a mi email privado diciéndome que algún post debía retirarse. Eso me ponía muy contenta, porque veía compromiso con el blog, pero no continuó.
No es posible proponer una integración abierta sin una selección previa con un método acordado, y sin una propuesta efectiva de participación compartida por los miembros en la dirección y en la toma de decisiones sobre la selección editorial. Mi propuesta no fue efectiva.
Esto me hizo recurrir a dos amigos periodistas de carrera y en actividad. Ellos compartieron conmigo hasta ahora la dirección de este blog. Los nuevos aspirantes comenzaron a pasar por una selección previa en la que ellos participan. El resultado dio lugar a un aumento sustancial de la calidad editorial. La mayoría de las ofertas de participación fueron rechazadas. Los últimos autores entraron por una selección de calidad muy seria.
Pero la tarea de rechazar una solicitud o dar de baja a un miembro por su calidad editorial es muy dura y antipática. Genera resquemores y hasta ha llegado el caso de obsesiones por ser miembro, de cantidad de mails privados con explicaciones en las que el desgaste mío es supremo. Hasta que por fin nos pusimos de acuerdo en decir que no daríamos explicaciones sobre el rechazo. A nadie le gusta una tarea tan antipática.
Lo peor ha sido la acción de un miembro que se lanza a buscar aliados contra mí, vaya a saberse por qué causa elevada de interés público, con qué derecho y con qué mendicidad psíquica. Eso ya me es insoportable. No merece ningún comentario más. No acepto que nadie tenga nada contra mí. Menos que ese alguien consiga aliados.
La Cooperativa se reformula. Da por cerrado este segundo ciclo. En su próxima edición, la Cooperativa invitará a los miembros. No habrá más convocatoria abierta. El miembro que se integre lo hará desde el compromiso de administrar y compartir cada decisión, y de comentar en todos los posts que se publiquen. Todos los miembros han sido dados de baja menos dos amigos personales entrañables que continuarán viendo La Cooperativa en sus Escritorios.
Hasta su nueva reformulación y en un impasse, este blog publicará posts elegidos por quien suscribe, escritos por autores que no pertenecieron necesariamente a La Cooperativa.
Gracias a todos los que participaron de esta segunda etapa.
Eva Row
10 comentarios:
Hola Eva:
Me parece de una gran honestidad lo que decidiste hacer.
Yo también vengo notando que hay una baja muy importante en la participación, que se da tanto en los posteadores como en los comentarios.
Corresponde que cada uno de nosotros se haga cargo de lo que le compete.
Por supuesto, contás conmigo.
Saludos
Sujeto,
sabía que vos eras de "fierro", gracias por ser como sos.
Algunos Números de la Cooperativa, o "Una experiencia que no fracasó".
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Le dejo para algún otro voluntario el seguimiento de los comentarios.
Salud y Resistencia !
Hola Eva, recién hoy leí tu post acerca de la historia desconocida , para mí, de la Cooperativa de blogs. Hay muchas situaciones que edesconocía por completo y se entiende perfectamente la decisión que has tomado. Desde ya quedo en espera de una futura reapertura e inclusión en este colectivo que, a pesar del corto tiempo que me tuvo como miembro, me ha dado satisfacciones y aliento para continuar publicando. Desde ya te dejo mi mas afectuoso y comprensivo abrazo. Roque (de rajá turrito).
Querida Eva, yo soy uno de esos que al principio se entusiasmó y luego "se borró". Lo siento. Pero quiero que sepas que el blog cooperativo me sigue entusiasmando, tanto en su propuesta como en sus contenidos, y que si no seguí participando fue porque estoy en uno de esos momentos... así es la vida de los que tenemos que ganar el pan con el sudor de nuestra frente: a veces no podés ocuparte de lo que te apasiona y te hace feliz.
Como aporte a lo escrito por vos, como confirmación quizá, quiero decir que si algo me mantuvo enganchado al blog, fue recibir correos con los comentarios: incluso en varios encontré tiempo donde no lo había para leer los posts que los motivaron.
Un abrazo a todos.
Eva,
Mi caso es algo parecido al de Rafa.
Incluso en nuestro blog Cara o Cruz tengo descontinudad... así que no puedo comprometerme con publicaciones périodicas ni participacion en los comentarios. Lo siento.
Por favor, podrías desactivar la opcion que habia puesto de envío de los comentarios a mi direccion personal.
Sin acceso administrador no puedo hacerlo y esta saturando mi dirección de correo.
Gracias de antemano.
Eva, cada vida es un mundo, vos te hiciste una idea de tu propuesta, otros la interpretamos diferente.
Otro día te cuento por meil personal, ahora no podré por unas semanas.
Abrazos y que tengamos éxito, todos los que participamos, en nuestro proyecto para el país.
Eduardo.
Udi,
vamos tranquilos sin apuro, mientras se va aprendiendo...
Roque,
gracias por tus palabras, pronto voy a convocarte nuevamente, cuando tenga el proyecto mejor elaborado. Antes de largarlo voy a consensuarlo con los convocados para que de entrada nos pongamos de acuerdo, antes de empezar.
Rafa,
gracias por escribirme, disfruté mucho tus posts (conocí a tus padres ¿te dijeron?)
Saludos y que las cosas por allá mejoren.
Eduardo,
gracias por escribir y comprendo tu situación, el problema ha sido de raíz y asumo la responsabilidad.
A lo que quieras desuscribirte podés hacerlo.
Si te suscribiste al envío de nuevos posts en Feed Burner, cuando recibas el próximo tenés la opción de desuscribirte en la parte de abajo.
Si te suscribiste a los comentarios de este post, yo no puedo desuscribirte, seguro que hay alguna opción. Si no hay, yo no puedo hacer nada. Tendrás que esperar a que se terminen los comentarios, pero creo que yo una vez pude desuscribirme a los comentarios de un post.
Igual, gracias por tu colaboración.
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