Un relato imperdible sobre la única democracia de Medio Oriente y su institución mas emblemática: la Justicia.
Gideon Levy es un periodista israelí. Escribe hace años en Haaretz
"Sabbar Kashur quería ser una persona, una persona como todos los demás. Pero para su mala suerte, nació palestino. Sucede. Sus posibilidades de ser aceptado como un ser humano en Israel son nulas. Casado y padre de dos hijos, quería trabajar en Jerusalén, su ciudad, y quizás también tener una aventura o un polvo rápido. Eso pasa también.
Sabía que no tenía ninguna posibilidad con los judíos, así que adoptó otro nombre para sí mismo, Dudu. No tenía el pelo rizado, pero se nombró Dudu lo mismo. Así es como todos lo conocían. Así es como hacen otros árabes también: el tipo de lavado de automóviles se llama Rafi, el portero, Yossi, el repartidor de supermercado que ustedes conocen, Moshe.
¿Qué sucede? ¿Sólo los temibles interrogadores del Shin Bet pueden llamarse "el capitán George" o "Abu Faraj" ? ¿Sólo los israelíes que emigran pueden inventar nuevas identidades? El Yossi de Hadera es "Joe" en Miami, el Abraham de Bat Yam es "Abe" en Los Angeles.
Aunque ya no era tan joven, Sabbar / Dudu trabajaba como cadete en la oficina de un abogado, montaba su motocicleta alrededor de Jerusalén y entregaba documentos y declaraciones juradas, jurando a todos que él era Dudu. Hace dos años conoció a una mujer por casualidad. "Mucho gusto, mi nombre es Dudu". Afirma que ella vino a él, pero dejemos a un lado los detalles. Muy pronto fueron donde fueron y pasó lo que pasó, por consentimiento de todas las partes interesadas. Un buen día, un mes y medio después de un polvo rápido por la tarde, fue llamado a la policía bajo sospecha de violación.
Su amante temporal descubrió que su Dudu no era un Dudu después de todo, que el judio era (¡oh!) árabe, y por eso presentó una denuncia contra el impostor. Su cuerpo fue violado por un árabe. A partir de entonces Kashur fue puesto bajo arresto domiciliario durante dos años, un brazalete electrónico en su tobillo. Esta semana su sentencia fue pronunciada: 18 meses en la cárcel.
El juez Zvi Segal retorcio la ley al punto de lo absurdo: "Corresponde a los tribunales proteger el interés público, de los sofisticados, suaves y de "dulce hablar delincuentes" (¿Charlatanes, embaucadores?) que pueden inducir a error a víctimas ingenuas, y a pagar un precio insoportable: la santidad de sus cuerpos y almas . " ¿delincuentes sofisticados? Es dudoso que Dudu supiera que era uno. ¿Sweet Talk? Él dice que incluso su mujer lo llama Dudu.
El Tribunal se basó, como de costumbre, en los precedentes: el hombre que se hizo pasar por un alto funcionario del Ministerio de Vivienda y prometió a su amante un piso y un aumento, y el hombre que se hizo pasar por un neurocirujano rico que prometió asistencia médica gratuita y otros beneficios . Dudu no tenía nada que ofrecer, sólo su buen nombre, Dudu, y aún asi su suerte fue sellada, al igual que los que prometen apartamentos y gratificaciones. No sólo por fraude, también violación.
El juez de la Corte Suprema de Justicia, Elyakim Rubinstein, argumentó que, después de todo, se define la prueba de la condena por violación mediante "engaños": y se pregunta si acaso "a juicio de una persona común y corriente esta mujer habría aceptado tener relaciones sexuales con un hombre que se inventó una identidad que no tenía".
Cercanos al sentir de su pueblo, los jueces de Kashur asumieron, con razón, que la mujer no se habría metido en la cama con Dudu si no fuera por la identidad que él inventó. También puede ser que no se hubiese metido en la cama con él si él le hubiera dicho que estaba disponible, que era más joven de lo que realmente es, o incluso que estaba locamente enamorado de ella. Pero las personas no son procesadas por dichos como estos, ciertamente no bajo cargo de violación.
Ahora es necesario hacer a los Honorables Jueces algunas preguntas: Si el hombre hubiese sido realmente Dudu haciéndose pasar por Sabbar, fingiendo un judio ser un árabe para poder yacer con una mujer árabe, ¿habría sido condenado por violación? ¿Entienden los venerables Supremos Jueces el significado social y racista de su veredicto? ¿No se dan cuenta que su veredicto tiene el olor desagradable de la pureza racial, del "no toque a nuestras hijas"? ¿Que este fallo expresa el anhelo de amplios segmentos de la sociedad que desea prohibir las relaciones sexuales entre árabes y judios?
No fue una coincidencia que esta sentencia atrajera la atención de los corresponsales extranjeros en Israel, "Visita de un momento, ve todos los defectos", reza el dicho. Sí, en alemán o en afrikaans esta sentencia vergonzosa habría sonado mucho peor."
Gideon Levy es un periodista israelí. Escribe hace años en Haaretz
Ganador de los premios Euro-Med de Periodismo, 2008; Libertad, Leipzig 2001; Unión de Periodistas de Israel,1997, y Asociación de Derechos Humanos en Israel, 1996. Su nuevo libro, El castigo de Gaza, acaba de ser publicado por Editorial Verso en Londres y Nueva York.
"Sabbar Kashur quería ser una persona, una persona como todos los demás. Pero para su mala suerte, nació palestino. Sucede. Sus posibilidades de ser aceptado como un ser humano en Israel son nulas. Casado y padre de dos hijos, quería trabajar en Jerusalén, su ciudad, y quizás también tener una aventura o un polvo rápido. Eso pasa también.
Sabía que no tenía ninguna posibilidad con los judíos, así que adoptó otro nombre para sí mismo, Dudu. No tenía el pelo rizado, pero se nombró Dudu lo mismo. Así es como todos lo conocían. Así es como hacen otros árabes también: el tipo de lavado de automóviles se llama Rafi, el portero, Yossi, el repartidor de supermercado que ustedes conocen, Moshe.
¿Qué sucede? ¿Sólo los temibles interrogadores del Shin Bet pueden llamarse "el capitán George" o "Abu Faraj" ? ¿Sólo los israelíes que emigran pueden inventar nuevas identidades? El Yossi de Hadera es "Joe" en Miami, el Abraham de Bat Yam es "Abe" en Los Angeles.
Aunque ya no era tan joven, Sabbar / Dudu trabajaba como cadete en la oficina de un abogado, montaba su motocicleta alrededor de Jerusalén y entregaba documentos y declaraciones juradas, jurando a todos que él era Dudu. Hace dos años conoció a una mujer por casualidad. "Mucho gusto, mi nombre es Dudu". Afirma que ella vino a él, pero dejemos a un lado los detalles. Muy pronto fueron donde fueron y pasó lo que pasó, por consentimiento de todas las partes interesadas. Un buen día, un mes y medio después de un polvo rápido por la tarde, fue llamado a la policía bajo sospecha de violación.
Su amante temporal descubrió que su Dudu no era un Dudu después de todo, que el judio era (¡oh!) árabe, y por eso presentó una denuncia contra el impostor. Su cuerpo fue violado por un árabe. A partir de entonces Kashur fue puesto bajo arresto domiciliario durante dos años, un brazalete electrónico en su tobillo. Esta semana su sentencia fue pronunciada: 18 meses en la cárcel.
El juez Zvi Segal retorcio la ley al punto de lo absurdo: "Corresponde a los tribunales proteger el interés público, de los sofisticados, suaves y de "dulce hablar delincuentes" (¿Charlatanes, embaucadores?) que pueden inducir a error a víctimas ingenuas, y a pagar un precio insoportable: la santidad de sus cuerpos y almas . " ¿delincuentes sofisticados? Es dudoso que Dudu supiera que era uno. ¿Sweet Talk? Él dice que incluso su mujer lo llama Dudu.
El Tribunal se basó, como de costumbre, en los precedentes: el hombre que se hizo pasar por un alto funcionario del Ministerio de Vivienda y prometió a su amante un piso y un aumento, y el hombre que se hizo pasar por un neurocirujano rico que prometió asistencia médica gratuita y otros beneficios . Dudu no tenía nada que ofrecer, sólo su buen nombre, Dudu, y aún asi su suerte fue sellada, al igual que los que prometen apartamentos y gratificaciones. No sólo por fraude, también violación.
El juez de la Corte Suprema de Justicia, Elyakim Rubinstein, argumentó que, después de todo, se define la prueba de la condena por violación mediante "engaños": y se pregunta si acaso "a juicio de una persona común y corriente esta mujer habría aceptado tener relaciones sexuales con un hombre que se inventó una identidad que no tenía".
Cercanos al sentir de su pueblo, los jueces de Kashur asumieron, con razón, que la mujer no se habría metido en la cama con Dudu si no fuera por la identidad que él inventó. También puede ser que no se hubiese metido en la cama con él si él le hubiera dicho que estaba disponible, que era más joven de lo que realmente es, o incluso que estaba locamente enamorado de ella. Pero las personas no son procesadas por dichos como estos, ciertamente no bajo cargo de violación.
Ahora es necesario hacer a los Honorables Jueces algunas preguntas: Si el hombre hubiese sido realmente Dudu haciéndose pasar por Sabbar, fingiendo un judio ser un árabe para poder yacer con una mujer árabe, ¿habría sido condenado por violación? ¿Entienden los venerables Supremos Jueces el significado social y racista de su veredicto? ¿No se dan cuenta que su veredicto tiene el olor desagradable de la pureza racial, del "no toque a nuestras hijas"? ¿Que este fallo expresa el anhelo de amplios segmentos de la sociedad que desea prohibir las relaciones sexuales entre árabes y judios?
No fue una coincidencia que esta sentencia atrajera la atención de los corresponsales extranjeros en Israel, "Visita de un momento, ve todos los defectos", reza el dicho. Sí, en alemán o en afrikaans esta sentencia vergonzosa habría sonado mucho peor."
9 comentarios:
¿Qué te puedo decir Udi? Mirando el lado positivo, hay gente como Gideon Levy, aunque sea la minoría.
Estuve con mi hijo en un hotel de Tel Aviv en el que el conserje era beduino y había hecho el Ejército en Israel. Tuvo una diferencia con un imberbe ciudadano norteamericano (judío por supuesto) que pretendía del conserje algo imposible que no viene al caso. Ante la negativa del amable conserje el troglodita comenzó a gritarle que este país es de los judíos que qué se creía él, que tenía que obedecer la orden de un judío. Mi hijo se puso con los puños en guardia para pegarle, por suerte el deplorable personaje se fue antes de que hubiera un problema mayor. Mickey, que así se llamaba el conserje, nos dijo que nos calmáramos, que no había nada perfecto en este mundo, que no todos eran así, que también había buena gente. En fin. La Argentina también tiene su enorme cuota de discriminadores profundamente racistas, desde los don Nadie hasta jueces y hombres de negocio. No es para disculpar a nadie, pero el mundo es más o menos así en todas partes. Lo que es increible es que se esté juzgando con las exactas leyes de la Alemania Nazi.
No se puede creer lo que cuenta Gideon Levy. En fin, yo no tengo nada que ver con ese país.
Error, Eva: aunque no querramos tenemos que ver con ese país. Mientras en cada acto pidiendo justicia por la AMIA no se pida también justicia para "Dudu", tendremos que ver.
Lo único que resta - tal vez - es levantar cada vez mas alto nuestra voz, y gritarles: "No en mi nombre".
Un beso
No, Udi. Los judíos no israelíes tienen derecho a sentirse ajenos si quieren.
Claro, Comandante, claro. Yo conocí a un tipo que se sentía muy ajeno, caminando la mañana del 18 de julio del '94 por Pasteur al 600.
Uno quiere sentirse ajeno, pero los sionistas no lo dejan, vió ?
Ay, Udi... Ta bien, usted le echa la culpa de todo a los judíos y a Israel. Siga, no es el único.
Comandante:
acá ---> http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10860
hace unos años, intenté explicarlo.
Saludos
Y le echo la culpa de utilizarme para justificar sus crímenes.
saludos
Udi y Comandante:
Lo primero que tiene que definir un judío (para sí mismo)es si el Estado de Israel tiene o tiene que ver con él. Udi parece afirmar que SIEMPRE tiene que ver con cualquier judío.
Yo digo que NO. Pero el problema está en la confusión que tienen algunos judíos sionistas, otros judíos antisionistas, como algunos no judíos sionistas, antisionistas o neutros.
La confusión es muy grande sobre el tema de si el Estado de Israel tiene que ver con TODOS los judíos del mundo de adentro y de afuera del país. Yo digo que NO tiene que ver con TODOS, no sé si son muchos, pocos, mayoría o minoría.
La cuestión es que no tiene que ver conmigo. Pero cuando me quieren involucrar ya estoy involucrada, entonces YO DEBO HABLAR y decir claramente: EL ESTADO DE ISRAEL NO TIENE NADA QUE VER CONMIGO.
Si se trata decir NO EN MI NOMBRE, se lo digo tanto a los judíos como a los no judíos.
A los sionistas judíos les digo NO EN MI NOMBRE lo que ustedes dicen, y a los NO JUDÍOS que me involucran les digo NO EN MI NOMBRE lo que ustedes adjudican a todos los judíos y que son acciones del Estado de Israel apoyadas por judíos sionistas y no judios derechistas.
Pero Udi tiene una historia personal con el Estado de Israel. Udi está involucrado con el Estado de Israel.
Pero Udi no tiene derecho a hacer lo que hace el Estado de Israel y lo que hacen los derechistas del mundo que apoyan a Israel:
INVOLUCRAR A TODOS LOS JUDÍOS DEL MUNDO EN LAS ACCIONES QUE HACE EL ESTADO DE ISRAEL.
Udi, yo no estoy involucrada, soy argentina, no soy israelí, no soy sionista. Estoy involucrada como argentina, como cualquier argentino, NI MÁS NI MENOS.
Cariños a los dos.
Eva, querida: las historias personales son eso, personales y cada quién las ventila si quiere, puede o lo dejan.
Mi analista, a cambio de un módico descuento en el precio (no el valor) de la consulta, me pide la exclusividad de mis traumas, complejos y represiones. Asi que no los ando socializando por ahí. En caso de demanda por incumplimiento de contrato te enviaré los honorarios respectivos.
En cuanto a estar o no involucrado, me parece que está más allá del deseo de cada uno. La dirigencia judía de la argentina se encarga de hacerlo cotidianamente cuando homologa judaismo con sionismo.
De más estaría recordar la perversidad de semejante tergiversación, ¿no?
Bueno, un beso, la corto acá.
Me encantó, Eva. Estoy de acuerdo.
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