Le Monde publicó en su edición del 26 de marzo una entrevista a Patrick Braouezec, diputado comunista de la circunscripción Seine-Saint-Denis que, después de 38 años de militancia, abandona el partido (PCF) junto a otros miembros del ala renovadora. Según cuenta en la entrevista, su decisión y la de sus compañeros se fundamenta en una serie de razones:
*Necesidad de construir "una alternativa de transformación social y ecológica". Braouezec dice que el PCF ha sufrido una sangría de miembros constante en los últimos años, y pronostica próximas salidas masivas tanto de militantes como de políticos con cargos electivos. Braouezec busca construir una alternativa que "muerda" al electorado del Front de Gauche (alianza de partidos de extrema izquierda), del Nouveau Parti Anticapitaliste de Olivier Besancenot y de la alianza Europe Écologie conducida por Daniel Cohn Bendit.
*Imposibilidad de transformar los partidos tradicionales desde el interior. Las tentativas de presentar una candidatura presidencial unificada de parte de los partidos de extrema izquierda en 2007 habrían fracasado por culpa de los "aparatos" de las distintas fuerzas.
*La obsolescencia de la forma "partido". Braouezec cita como ejemplo de formación que trascendió esa forma política tradicional a "Europe Ecologie", y menciona como evidencia dela crisis de las formas de organización política en Francia la abstención electoral de 53% (que sube a 75% para la franja 18-30 años), a la que se suma un voto en blanco de casi 5%. Braouezec considera que la forma del partido que abandona esta "muerta y enterrada", pero también que eso se aplica al conjunto de partidos tradicionales.
La nueva organización en la que Braouezec cifra sus esperanzas es la FASE (Fédération pour une Alternative Social et Écologique), que espera hacer evolucionar para que esté lo más presente posible "tanto en los momentos electorales como en las luchas sociales". Y, pese a poner como ejemplo a Europe Écologie, no se priva de criticar la orientación dada por Cohn Bendit y su "cooperativa" (sic) a esa organización. Y es importante aclarar, para quien no conozca demasiado el paisaje político francés, que el PCF es un partido con implantación territorial, que posee alcaldías y que tiene real existencia electoral, y que la alianza de la que forma parte, el Front de gauche, se alía en segundas vueltas con otras fuerzas de izquierda o centroizquierda como Europe Ecologie o el PS. Menciono esto para evitar la confusión con otras izquierdas con alianzas extrañas y menor existencia política real.
La entrevista a Braouezec es interesante y da mucha tela para cortar, pero hay que evitar caer en la tentación de transpolar directamente su lectura de la situación francesa actual a otros países. La emergencia global de nuevas formas de organización política es una evidencia, apuntalada a veces por las posibilidades brindadas por la tecnología, pero la decadencia del sistema de partidos ha sido anunciada demasiadas veces como para pensarla como algo definitivo. Lo que sí es preocupante, en cualquier país, es cuando los niveles de ausentismo electoral son tan altos, pero es una solución facilista echarle la culpa a los partidos lavando de responsabilidad a los individuos: cuando Le Pen llegó a la segunda vuelta contra Chirac en Francia en 2003, muchos franceses confesaron muertos de culpa que no fueron a votar por que el día estaba muy lindo y porque no se esperaban que Le Pen llegara a tanto. El voto obligatorio sigue siendo una forma de asegurarse de que los candidatos elegidos tengan la mayor representatividad posible.
*Necesidad de construir "una alternativa de transformación social y ecológica". Braouezec dice que el PCF ha sufrido una sangría de miembros constante en los últimos años, y pronostica próximas salidas masivas tanto de militantes como de políticos con cargos electivos. Braouezec busca construir una alternativa que "muerda" al electorado del Front de Gauche (alianza de partidos de extrema izquierda), del Nouveau Parti Anticapitaliste de Olivier Besancenot y de la alianza Europe Écologie conducida por Daniel Cohn Bendit.
*Imposibilidad de transformar los partidos tradicionales desde el interior. Las tentativas de presentar una candidatura presidencial unificada de parte de los partidos de extrema izquierda en 2007 habrían fracasado por culpa de los "aparatos" de las distintas fuerzas.
*La obsolescencia de la forma "partido". Braouezec cita como ejemplo de formación que trascendió esa forma política tradicional a "Europe Ecologie", y menciona como evidencia dela crisis de las formas de organización política en Francia la abstención electoral de 53% (que sube a 75% para la franja 18-30 años), a la que se suma un voto en blanco de casi 5%. Braouezec considera que la forma del partido que abandona esta "muerta y enterrada", pero también que eso se aplica al conjunto de partidos tradicionales.
La nueva organización en la que Braouezec cifra sus esperanzas es la FASE (Fédération pour une Alternative Social et Écologique), que espera hacer evolucionar para que esté lo más presente posible "tanto en los momentos electorales como en las luchas sociales". Y, pese a poner como ejemplo a Europe Écologie, no se priva de criticar la orientación dada por Cohn Bendit y su "cooperativa" (sic) a esa organización. Y es importante aclarar, para quien no conozca demasiado el paisaje político francés, que el PCF es un partido con implantación territorial, que posee alcaldías y que tiene real existencia electoral, y que la alianza de la que forma parte, el Front de gauche, se alía en segundas vueltas con otras fuerzas de izquierda o centroizquierda como Europe Ecologie o el PS. Menciono esto para evitar la confusión con otras izquierdas con alianzas extrañas y menor existencia política real.
La entrevista a Braouezec es interesante y da mucha tela para cortar, pero hay que evitar caer en la tentación de transpolar directamente su lectura de la situación francesa actual a otros países. La emergencia global de nuevas formas de organización política es una evidencia, apuntalada a veces por las posibilidades brindadas por la tecnología, pero la decadencia del sistema de partidos ha sido anunciada demasiadas veces como para pensarla como algo definitivo. Lo que sí es preocupante, en cualquier país, es cuando los niveles de ausentismo electoral son tan altos, pero es una solución facilista echarle la culpa a los partidos lavando de responsabilidad a los individuos: cuando Le Pen llegó a la segunda vuelta contra Chirac en Francia en 2003, muchos franceses confesaron muertos de culpa que no fueron a votar por que el día estaba muy lindo y porque no se esperaban que Le Pen llegara a tanto. El voto obligatorio sigue siendo una forma de asegurarse de que los candidatos elegidos tengan la mayor representatividad posible.
2 comentarios:
Bueno, este post es un disparador. Si bien no se puede extrapolar la situación de Francia, sin embargo algo de ese fenómeno ocurre en La Argentina. Dentro del Partido Justicialista están los dos extremos de la ideología, derecha e izquierda, y dentro de las otras alternativas está el radicalismo con figuras derechizadas Gerardo Morales y Aguad, que han constituído un rejunte con el peronismo de derecha para estar contra el Gobierno. Y la CC, es otro rejunte comandado por una mujer insana y hazmerreir, de donde huyó todo elemento de izquierda. Está visto que los partidos Radical y PJ se caen.
Veremos la batalla que dará Kirchner por el PJ. Por el momento, hemos ido a Rosario a conformar un espacio santafesino muy transversal que augura un movimiento nacional y transversal, que puede bien competir con los partidos desvencijados de la tradición partidaria argentina. Por otro lado están los Solanistas que veremos con quién se alían en las elecciones del futuro próximo.
Saludos. Muy bueno el post Comandante.
Gracias por el elogio, Eva. Yo no me apresuraría a decretar la muerte del PJ y la UCR, aunque más no sea porque todavía controlan los resortes del poder territorial a lo largo del país, una de las bases del poder político real. Pero justamente por eso son interesantes la aparición de alternativas nuevas que no descuidan la construcción de ese poder y controlan como mínimo intendencias, como es el caso de Nuevo Encuentro y del frente Transversal. No sé si el espacio santafesino del que hablás incluye intendencias, pero sería excelente que así fuera.
Con respecto a la situación actual del PJ y la UCR, creo que son muy diferentes. Es absolutamente cierto que el PJ mezcla de todo en términos de posiciones políticas (y el peronismo en sentido amplio aún más), pero tiene en Perón una figura aglutinante (a la que usan para sostener posturas opuestas, cabe aclarar). La UCR vive una larga agonía. La aparición del peronismo cantonó a la UCR a un rol de institucionalismo (real o ficticio) antiperonista, pero hacerato que carecen de cualquier identidad aglutinante. No han sabido construir otro liderazgo que reemplace al de Alfonsín y la partida de Carrió los privó de la única personalidad carismática que tenían en el período postalfonsinista. La partida de Carrió para formar el Ari los privó también de los elementos más de centroizquierda, la mayoría de los cuales se iría asu vez para formar el SI. La presidencia de De la Rúa constituyó una debacle para el partido, y llevar un candidato peronista a la presidencia en el 2007 difuminó la identidad antiperonista (identidad de miércoles pero identidad al fin), que supieron capitalizar mejor otras figuras de otros partidos. Y el mamarracho del vicepresidente opositor hizo trizas cualquier ilusión de representar un verdadero institucionalismo, más allá del discurso gomoso del hombre del corazón parlante en ese sentido.
Lo que sigue teniendo el PJ (y que la UCR parece haber perdido hace tiempo) es una vocación de poder que sabe plasmarse en acciones concretas. Un caso parecido es el del PS en Bélgica. A mí me llamó muchísimo la atención una nota que leí luego de las elecciones del 2009, que pasaba revista a los actos de los diferentes partidos que habían participado. En el del PS estaban preocupados por el retroceso electoral (que finalmente no fue tan grande), debido en parte al crecimiento del partido Écolo, pero lo que a mí me me resultó notable fue el comentario de un militante socialista, que aseguraba que se recuperarían ( y de hecho formaron gobierno -hay régimen parlamentario- en Valonia y Bruselas con Écolo y la ex-democracia cristiana. el CDH, aún y cuando los liberales del MR eran el partido más votado en Bruselas) y definía como rasgo central de su partido "la vocación de poder". También es interesante a los intendentes socialistas en Francia. Bélgica y España también se los llama "barones".
Las nuevas alternativas electorales en Argentina parecen haber comprendido la importancia de una construcción que cubra las diferentes instancias del poder estatal, a diferencia de otras construcciones más centradas en lo legislativo y lo mediático.
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