lunes, 5 de abril de 2010

Miente, Miente, Que Algo Queda

¿De qué nacionalidad es quien esto escribe? —al final está, aunque no hay premio por adivinar—. Resaltados de Opiblog:

Sigo estando convencido de que la manipulación mediática, que en algunos casos resulta desvergonzada, es una de las razones por las que resulta tan difícil movilizar a la población en defensa de sus intereses. Ustedes me dirán: ¿para qué otra cosa se practica entonces la manipulación? Y es verdad: la manipulación busca deformar la verdad para que la gente siga creyendo que sus males no se originan en quien realmente los produce, sino en quien quiere poner coto a los mismos. La manipulación mediática invierte roles y responsabilidades con una ligereza tan descarada y constante que resulta imposible responderle si no se cuenta con medios en los que prevalezca una visión menos maniquea del mundo en el que vivimos.

Hace unos instantes leí una cita ejemplarizadora de este fenómeno en un texto del periodista español Pascual Serrano. Revise lo que sigue y aplíquelo a otras informaciones que la prensa le suministra, porque estas son groserías puras y desnudan sus intenciones ante cualquier persona cuyo seso no haya sido devorado por la propaganda. Se trata de dos textos del mismo periódico que, ante una noticia que no es acorde a sus intereses, titula así: Escasa asistencia a la manifestación de los sindicatos, y luego dice: “Unos pocos miles de simpatizantes de la UGT (Unión General de Trabajadores de España) y de la CC.OO. (Confederación Sindical de Comisiones Obreras) se han reunido este martes en la Plaza Cibeles de Madrid con lemas contra el Partido Popular (de Aznar)…”. Mientras que el otro titular, en el que se defiende su posición, dice: Aznar se da un baño de multitudes: ¡VUELVE!, y en el desarrollo de la información manifiesta: “Decenas de personas han pedido a Aznar que regrese a la vida política en el acto de homenaje…”.

Es decir que miles de personas son “escasa asistencia” y decenas, solo decenas, constituyen “un baño de multitudes”. Quien los lea sin prevenciones lo hará prejuiciado por los adjetivos y creerá, sin mala intención y contra toda lógica, que muchos son pocos y pocos son muchos. Este es solo un ejemplo, entre los miles que se publican diariamente en todo el mundo, para defender un orden social y económico que favorece a las minorías y a las corporaciones económicas.

Se trata, a través de estas burdas tergiversaciones, de crear una realidad mediática que, a la postre, pareciera ser la única realidad y que apuntale el proyecto político dominante. ¿Que las primeras víctimas de esta conducta son la verdad, la objetividad y el sentido común? Por supuesto, qué duda cabe. Pero qué importan la verdad, la objetividad y el sentido común cuando de defender intereses económicos se trata.

En esta sociedad, el valor supremo es el dinero y recién, luego de varios puestos vacantes, aparecen los valores. No obstante, cuando se miente se suele hacerlo invocando valores pero, como decíamos más arriba con otras palabras, poniendo el mundo patas para arriba, para que la confusión obre en reemplazo de las razones de las que carecen.

Autor: Guillermo Giacosa

'Tá bien: escribe (vive) en el Perú, pero es argentino, aclaro.

Y agrego: El problema, justamente, es que buena cantidad de gente "se queda" con los titulares, sin leer más allá —no hablemos de "entre líneas"—, y creen "estar bien informados".

¡Aplicación de la nueva Ley de Medios, YA! ¡El 15, al Congreso y a abrazar Tribunales!

Ricardo Moura es autor de OPIBLOG

2 comentarios:

Sujeto de la Historia dijo...

Hola Ricardo
Lamentablemente lo que exponés es una cuestión que está mucho más repartida de lo que parece. Fijate vos como le pega con un caño la S.I.P. (Sociedad Interamericana de Prensa) a nuestro gobierno, por los "continuos ataques a la libertad de prensa"...
Por eso la ley de medios es la madre de todas las batallas, pero no la única.
Hay que tomar en cuenta que será necesario tiempo para llegar a ese pluralismo por el que se lucha. Por lo pronto, a seguir con todo apoyándola.
Saludos

Ricardo Moura dijo...

Sí señor. Por eso mismo: El jueves 15, ¡todos al Congreso y a abrazar Tribunales!