domingo, 27 de septiembre de 2009

La caída del monstruo desenmascarado




La ley de SCA es, como dice Bayer, la medida más importante de la época. Y yo a ésto le sumo que el debate que acarreó y que va a seguir acarreando también lo es. Por lo pronto porque permitió descubrir de una forma considerable los mecanismos de construcción de sentido que los medios de comunicación producen. Al quedar a la vista estos mecanismos, quedan a la vista también los intereses políticos. Cosa que no está mal que exista porque la objetividad es una gran mentira. Lo bueno es que se sepa con claridad donde se para cada uno.

Esto fue llevado al extremo con los medios que pertenecen al Grupo Clarín. Es tanta la pérdida económica y política que la ley le produce a este oligopolio (como gusta llamar a Bonelli), que se vio en la obligación de apartarse de su enunciación “objetiva” para comportarse sin más en un actor implicado (las propagandas de TN son el efecto más acabado). Se hizo realidad algo que parecía imposible. Algo que se estudió por décadas y décadas como una cosa teórica poco palpable en lo real. Hoy podemos disfrutarlo a cada minuto.

Esta posición política desenmascarada que toma el Grupo Clarín le hace perder credibilidad. Los medios son precisamente mediaciones entre las personas y la realidad. Uno percibe la realidad mediante la construcción que los medios hacen de esta. Si al notarse que tienen intereses sobre esa realidad indudablemente los niveles de credibilidad van a caer. Cosa que para mi hiere de muerte a un medio de información.

Entonces, tenemos que la ley puso al descubierto los discursos cargados con politicidad de los medios. Tenemos también que Clarín llevó el estandarte en ese proceso. Y tenemos además que esa posición le hace perder credibilidad.
Obviamente, la caída de los grandes siempre se produce con mucho ruido, generando crisis.

Como opinión personal puedo decir que la caída ya arrancó. Lo que no significa que el Gobierno ganó ni mucho menos. Porque puede pasar lo que pasa cuando a uno lo empujan a la pileta, que es llevarse al otro con uno al fondo. Lo que sí es innegable es que hay crisis. Hay crisis en el sentido de ruptura de un modelo, de un paradigma. Las luchas de poder se hicieron evidentes, no se esconden y estamos en tiempos de definiciones. El nuevo paradigma que se instale tendrá nuevamente sectores hegemónicos y subalternos. Y aclaro que no me refiero a players en el negocio de la comunicación, sino a actores político-sociales. Es momento de definiciones y todos/as estamos en la cancha. Será cosa de estar atentos/as.


1 comentario:

marcelo boetto dijo...

Coincido en general con tu análisis.

Hoy todo está un poco más claro y más contrastado.
Como decís, será cosa de estar atentos. No es momento para mirar de afuera...