sábado, 12 de septiembre de 2009

Calumnias e Injurias


Estimada Señora Presidenta: ¿Está SEGURA de querer despenalizar las calumnias e injurias? ¿Ha pensado en lo que "el grupo" y la oposición que miente miente y miente pueden llegar a decir? Hmm, la verdad, no me convence del todo... ¿Debe existir EL DERECHO DE MENTIR (E INSULTAR)?

Ricardo Moura es el autor de OPIBLOG

3 comentarios:

bomar dijo...

Es verdad, es riesgoso (dadas las circunstancias y la calaña de estos personajes). Pero por otro lado, es una forma de (al menos) quitarle fuerza a la mentira de que el Estado se quedaría con la mayor parte del espectro...
Además, se quita de la órbita del Derecho Penal (algo que en algún momento, puede ser más saludable aún... según el gobierno que podamos tener en algún futuro). Lo que se aplica, de ser condenados por injurias, etc... es una sanción económica.

Un abrazo

Ricardo Moura dijo...

Es verdad, Marcelo. Lo pensé, pero tengo muchas dudas. Si la Justicia penal en la Argentina es lenta, la otra... es casi inexistente. Despenalizar puede significar que Carrió, (por dar sólo un ejemplo) goce de aún más impunidad para seguir diciendo CUALQUIER cosa, sin importar el daño real que se hace al calumniar a alguien, especialmente si de políticos se trata. Más aún, en una sociedad siempre inclinada a creer cualquier mentira —siempre y cuando sea negativa—.

Todo un tema, creo. Si se hace pensando que al dar pasto a las fieras se van a quedar contentas y tranquilas, me parece un error.

La verdad, no lo tengo nada en claro. A ver si alguien más opina.

Eva Row dijo...

No Ricardo, el delito de calumnias, injurias, y resarcimiento económico por el perjuicio al buen nombre y honor de las personas, es una aberración que tiene la boca cerrada a todo el mundo sobre los crímenes más horrendos, como sobre cualquier estupidez como le pasó a Grondona con Moria Casán.
De hecho yo no sé si te das cuenta de que durante el Proceso nadie podía decir que los desaparecidos eran obra de los militares. Pero no porque lo desaparecían, sino porque le hacían un juicio por calumnias e injurias que lo dejaba en la calle por los costos que le reclamaban. Al dueño de la Revista Humor le costó un edificio y la quiebra. Y nadie podía decir que los desparecidos estaban muertos. Por eso todavía seguimos diciendo "los desaparecidos" a aquellos que nunca volvieron pero sus cadáveres no fueron encontrados, a pesar de que todos sabemos que están mueros.
Gracias al delito de calumnias e injurias, hasta aquel que tiene pruebas es denunciado por calumnias y puede ser condenado si un juez no sentencia la culpabilidad del ofendido. No es la primera vez que un culpable sale libre y el ofensor tiene que pagar por las ofensas. Fijate lo que pasa con Callejeros. Cada uno que haya dicho públicamente que Callejeros es culpable, de salir inocentes, el que "calumnió e injurió" a Callejeros, puede recibir un juicio de resarcimiento, ya lo recibió el Estado. Así que mucha gente pública se ahorra de dar su opinión, con lo que el debate se empobrece, y los culpables viven felices porque nadie puede hablar.
Por otro lado. Con este delito, sólo queda la discusión en un ámbito cerrado de la justicia, llevándose a ocultar la discusión por años, amparando a los delincuentes.
En cambio, si desapareciera el delito, ante cualquier calumnia la "victima" en lugar de denunciarlo a la justicia por calumnias, tendría que replicar públicamente con pruebas que los dichos son calumnias, y ganarse la credibilidad.
Funcionaría inmediatemente la justicia que opera delante del gran jurado que es el público. En cambio ahora es lamentable, se tapa la boca del que sabe más de lo que puede probar.
Yo conozco un Administrador de Edificios que trabaja con una oficina de abogados a quienes les da las cobranzas por mora y los juicios por deuda de expensas, y ellos no tienen problemas en llamar mediante carta documento al primero que dice algo contra el Administrador y en su oficina le dicen que si sigue le hacen un juicio por calumnias e injurias, le explican lo que le va a costar y que se va a tener que representar por un abogado. Hay uno que no se amedrentó al principio, pero después se mudó de la noche a la mañana. Dijo que arregló mudarse del edificio, así no le hicieron cargos.