Hace un año comenzaba esta experiencia totalmente nueva para mí, que vivía disociado de Internet, de abrir un blog. Como la gran mayoría de nuestros blogs, nació como reacción a la embestida bestial y destituyente de una derecha miope y mediocre, pero apuntalada y dirigida por los encantadores de serpientes colectivos, los fabricantes de opinión pública a medida.
Fue muy importante, en mi caso, la influencia de Carta Abierta, a la que me había integrado a principios del 2009, porque allí encontré a un núcleo notable de resistencia, dispuesto a dar la batalla cultural de construir el otro relato, el del campo popular, para oponer al hegemónico.
Fue muy importante, en mi caso, la influencia de Carta Abierta, a la que me había integrado a principios del 2009, porque allí encontré a un núcleo notable de resistencia, dispuesto a dar la batalla cultural de construir el otro relato, el del campo popular, para oponer al hegemónico.
Allí comprendí claramente que un posible puesto de lucha era escuchar atentamente los discursos del poder, el lenguaje de los medios, y comenzar, en humildísima escala, a buscar fisuras para penetrar en ellos, para develarlos, a la vez de comprender que es imprescindible generar nuestros propios símbolos para seguir cambiando la realidad.
Eran momentos donde era muy difícil defender al Gobierno, porque la maquinaria propagandística nos convertía en una suerte de fanáticos de una secta diabólica, dispuesta a devorar todo, a destruír el país. No se podía mantener una discusión política en un tono racional, en términos de intercambio de opiniones; más bien, parecía haber un aire inquisitorial por parte de quienes decían defender la libertad (y en particular, la de prensa y expresión). Eramos, si se quiere, una suerte de descastados. Todo esto nos fue llevando al teclado.
El 20/11/09, bajo el título "Palabras Preliminares" (¿pensaría que estaba escribiendo un libro?) dábamos nuestro manifiesto de intenciones:
"Como ocurre con todo lo que nace, llega a este mundo precedido por expectativas y deseos, por ideales a los que apuntar.
Enredando Palabras no es la excepción; por un lado, enredar palabras será ponerlas a jugar en la trama de una red colectiva, pero, por otro lado, enredar palabras será el intento de enmarañar ciertos discursos que se pretenden verdades reveladas. La idea es cuestionarlos, desnudarlos, poner en relieve qué se proponen, qué implican. En síntesis, Enredando Palabras es la creación de un espacio compartido para construír nuestra propia mirada crítica sobre nuestra sociedad y nuestras instituciones, partiendo de los discursos dominantes y develando la dimensión del engaño". En esto mismo seguimos estando.
Ahora bien, vamos a lo que realmente importa, que es la gratitud.
Quiero agradecer profundamente a todos los compañeros, a todos estos amigos que con su lectura y sus aportes, sostienen este deseo de escribir. Los mal llamados "comentarios" que ustedes dejan, muchas veces han producido más texto, lecturas más profundas, que los escritos que las originaron, lo cual es siempre una gran satisfacción. Ya lo dijimos anteriormente: en este blog, los comentarios forman parte del texto, porque son ni más ni menos que su retorno enriquecido.Como dice Silvio Rodríguez en "Playa Girón": compañeros de historia. Muchas Gracias a todos por la grata compañía. Nos seguimos leyendo.
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