Desde hace un tiempo me ronda la idea de escribir algo sobre un programa del canal TN, “Prende y apaga la luz”.
Seguramente el blogueraje extrañao mirará sin comprender; y algo de razón tendrá, habiendo tantos otros programas, dedicarse a éste. Pero no puedo dejar de considerar algunas cuestiones:
La primera de ellas, es que, dentro de la programación del canal mencionado, éste es el programa amigable, amable. Algo así como la contracara de la crispación. Es decir, se ofrece como un oasis en medio del desierto de inseguridad, matrimonios presidenciales corruptos e hiper ambiciosos, polémicos subsecretarios que maltratan a virginales empresarios y abogados de virginales empresarios, según denuncian indignados los legisladores guardianes de la república perdida y de la plata de los jubilados. Empresarios azorados ven cómo sus negocios, si no van a la ruina, marchan hacia la expropiación. Vienen por todo.
Nada más “friendly” que prender y apagar la luz, demostrarle al canal de la gente que lo querés, que estás con ellos. Porque no es sólo Todo Noticias, no, también es Todos Nosotros, ese que puede desaparecer, por la ley ésa de control de medios K, ¿viste? Y, ¿Cómo no vas a apoyarlo, si somos nosotros mismos? ¿No ves que nos vemos ahí, no me viste saludando?
Prender y apagar la luz, seguir la consigna de la cara “amable”, “humana” del multimedios, esa que hace gestos ante cada noticia. ¿Cómo podría mentirte ese buen pibe, el que te invita a prender y apagar la luz? ¿No ves cómo sufre cuando da las malas noticias, las únicas que pueden existir en esta tierra olvidada por Dios?
Se le nota lo mal que le hace, con las caras que pone, pero se lo banca el pibe. Después de todo eso que tuvo que pasar, nos hace prender y apagar la luz…
Quizá prender y apagar la luz permita ocultar, en parte, el terror de lo que se trata.
Porque justamente la intermitencia de la luz no permite ver claramente. ¿O esa mancha roja en el papel es sangre?
Y ya se sabe, no hay peor ciego que el que prende y apaga la luz para no pensar.
Prender y apagar la luz, acaso, termine siendo metáfora de la alternancia mentira/verdad: sostenerse como periodismo independiente. Sí, del estado, no del verdadero poder, del que forma parte, con el que moldea. Jactarse de invitar a algún programa político a alguna figura que no sea de su agrado, para compartir un “debate” con 4 o 5 de sus incondicionales, que salen a cazar en manada. Eso es democrático. Es libertad de expresión. Y temporada de caza.
Prender y apagar la luz, es posible remita a los gobiernos que han hecho subir y bajar, a quienes impulsaron y a quienes hundieron. A quienes “activan” cuando necesitan y “desactivan” cuando no conviene. (¿Qué fue de la vida de Blumberg, y de la de Antonini Wilson, cómo anda Sadous, dónde está Isidoro Graiver?)
Prender y apagar la luz, musicalizado por un ex senador de la Nación, ex gobernador de una provincia, ex actor de películas en las que disfrutaba lucir uniforme y botas militares. Ex candidato e vicepresidente.
Él tiene ese trabajo en el medio. Otros, son corresponsales en el Congreso. Especializados en darse notas a sí mismos, también su cadencia está marcada por el prende y apaga la luz al que juega el CEO, que es el amo de las perillas.
Porque el amo prenderá la luz, haciendo visible, a los corresponsales eficientes.
Y apagará la luz, invisibilizará, a aquellos tibios, irresolutos, que no estén a la altura.
En fin, volvió a perder el Rojo y estoy cansado.
Que el último apague la luz.
9 comentarios:
A MI ME GUSTA CUANDO DE VEZ EN CUANDO APARACE ALGUNA BANDERA DE 6,7,8 O VIVA CRISTINA ! ESO ME ENCANTA !
Bueno, supongo que es uno de esos momentos donde quisieran apagar la luz...
Gracias por pasar, saludos
es un intento de buscar complicidad y a la vez un: ojito que los estamos vigilando,
que bueno es estar en casa ¿no?
Hola José Angel
No lo había pensado desde ese lugar.
¿Sabés a qué otra cosa me hace acordar ? a la colimba, cuando te daban órdenes completamente absurdas, sólo para reforzar la obediencia...
Gracias por pasar y comentar.
Un Abrazo
Aunque no lo creas, esperaba que, alguna vez, alguien escribiera al respecto, tomándoselo con cierta seriedad.
El prende y apaga, aunque absurdo, forma parte de una cronología que empieza inmediatamente después del lockout patronal. Cuando se empieza a discutir la ley de medios, TN decidió hacer una demostración de fuerza. Montó una página en la que, soñaron, millones de personas se desharían en elogios al multimedios: TN y la gente. Duró un par de semanas, a lo largo de las cuales el moderador tuvo un trabajo tan frenético que se convirtió, seguramente, en carne de cardiólogos. Miles (literalmente, miles) de mensajes daban cuenta de que la audiencia de TN no era tan ciega como Magnetto pensaba. Podían seguirse en vivo las respuestas de televidentes a las operaciones del multimedios. Al mismo tiempo que se veía en el canal un reportaje de esos que dan vergüenza ajena, aparecían las respuestas de televidentes que no comían vidrio. El experimento, como era previsible, fue abortado. Algo similar a lo que les ocurrió a los periodistas Tenembaum y Zlotogwiazda cuando tuvieron la peregrina -y elogiable- idea de bajar al llano y abrir un blog.
Después vino el prende y apaga, una estrategia de fidelización de audiencia bastante conocida. Es la misma estrategia, por caso, de 6,7,8 cuando pide que sus televidentes envíen fotos.
La idea es que, al establecer un retorcido vínculo emocional con un programa (en el fondo, con una empresa), el televidente no hablará mal de ese mismo programa. Será, involuntariamente, un agente publicitario que permitirá incorporar nueva audiencia.
Desde esa perspectiva, el prende y apaga es un mensaje de doble vía: hacia adentro, apunta a fidelizar y ganar audiencia; hacia afuera, anuncia que la empresa no está sola, que tiene el apoyo de todas esas personas. De esas luces que dicen "acá estoy", utilizando la misma técnica de balizas con que una víctima se anuncia a los rescatistas.
Hola Diego
No sé si lo que he escrito va en la vía de tu expectativa, pero sí lo he tomado en serio, porque detrás de la piel de cordero muchas veces surge el lobo.
Es muy interesante el derrotero que marcás de las estrategias de fidelización y de sus resultados; el punto de gravedad de mi análisis pasó a ser el prende y apaga como metáfora del comportamiento del grupo, en esta secuencia prender-apagar respecto a tanto "corresponsal en el Congreso" que es premiado o defenestrado, y hasta podría decirse en la alternancia de "estar a la luz" y "estar en la oscuridad" de la aparición y desaparición. Metáfora forzada, desde luego, pero con puntos de verdad...
Te mando un Abrazo
P.S.: una revelación que nos hayamos encontrado dos que tomamos en serio este tema.
Y leyendo tu respuesta (esto es lo bueno de las discusiones) acabo de advertir algo más:
La primera estrategia, la de "TN y la gente", fracasó debido a las respuestas -verbales- de los usuarios.
El siguiente intento, menos fallido, optó por no darle voz a los televidentes. Porque no les interesa lo que tengan para decir. Les importa convertirlos en balizas humanas, para mostrarlo ante el poder político (del mismo modo en que la Iglesia Católica utiliza las listas de bautizados). Lo relevante en prende y apaga, es que las luces reemplazan a las voces.
Yo creo que también imaginaron que el prender y apagar la luz se iba a convertir en una manifestación popular contra el gobierno como la de golpear la cacerola.
Es interesante observar cómo la misma persona, Palito Ortega, el creador de "La felicidad, ja, ja, ja, ja...", quien en el año 67 ni bien iniciada la dictadura de Onganía fue contestatario al ánimo de infelicidad que teníamos los universitarios y los obreros gracias a este dictador. Ahora viene a ser otra vez él que le pone música y letra al propósito de revertir y eclipsar el ánimo de indignación contra el grupo Clarín, e inventa el pegadizo tema "Prende y apaga la luz".
Eva, Diego
Con gente que piensa como ustedes, realmente fíjense qué cantidad de cosas estamos componiendo sobre un programa basado en prender y apagar la luz. Esto es lo que me gusta mucho de nuestros intercambios,armando cadenas de significaciones, donde lo que dice cada uno es leído e interpretado por el otro, y relanzando nuevas.
Aprovecho para agradecerles el "siempre ahí".
Afectuoso Saludo
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