miércoles, 24 de junio de 2009

Del Voto (i) o “Sobre el Pino y el bosque”


Es cuestión “casi metafísica”: Entre Prat Gay, ese inocuo vocero de Carrió —pero ojo, que él lo puede parecer pero está con ella, que NO lo es— o Solanas en segundo puesto en Capital… ¿qué es preferible?

En nota de hoy en Página dice: “En cuatro de las cinco (encuestas) el segundo lugar lo sigue ocupando Alfonso Prat Gay, del Acuerdo Cívico y Social, pero en todos esos casos Pino Solanas y Carlos Heller le pisan los talones. En la de Hugo Haime, el cineasta ocupa el segundo lugar, desplazando a Prat Gay. Pero en dos de los trabajos —el de Roberto Bacman y el de Ricardo Rouvier— Heller tiene más votos que Solanas. Lo concreto es que el escenario, al menos por ahora, muestra que el PRO va a ganar y que el resto está por decidirse. Si hay un electorado que resuelve a última hora —según coinciden los consultores— es el de la ciudad. Es el menos disciplinado a las organizaciones partidarias y el más dispuesto a cambiar de acuerdo a lo que considere”.

También dice que “Solanas representa incluso una opción válida para sectores de votantes, sobre todo jóvenes, que hasta ahora encontraban en Carrió un voto negativo, principista y carente de cualquier posible contenido de responsabilidad gubernativa”.

Veamos: El voto no tiene solamente un valor práctico, sino también testimonial (¿”con perdón por la palabra” pero en el verdadero y puro sentido de la misma?). Es decir, expresa ideología, la preferencia en líneas generales que uno “vocea” con el mismo. Entonces, ¿Qué es mejor expresar, adhesión a una línea que representa la derecha pura y dura que confiesa querer volver atrás con la estatización de Aerolíneas y las AFJP, y oposición a una nueva ley de medios, o a una izquierda declamada aunque sea mentirosa?

Porque es verdad: Solanas miente. Miente al seguir declamando progresismo tras votar con la derecha contra la 125. Engaña al hacer una dizque autocrítica, manifestando —cuando es tarde— que “hubiera sido mejor abstenerse”. ¿Por qué no lo hicieron, entonces? ¿O va a decir que el voto de Lozano fue independiente”, no teniendo él nada que ver?

Quiere engañar también proponiendo medidas que bien sabe impracticables, como la prohibición total de la minería a cielo abierto —que aparte de que no lo votaría nadie sería tan estúpido como una ley de “apagar la luz” (del país) porque se contamina al generarla—.

Pero ahí está el punto central de mi duda: Quien vota a Pino cree estar votando a un progresista. Aunque no lo sea, aunque sea un engaño, ¿no es mejor esto que tener (¡otra vez!) a Carrió celebrando con champagne un segundo puesto que le permitiría seguir amenazándonos con llegar ella a presidenta? Personalmente, aunque creo (espero) que eso nunca va a llegar a ser, igual da miedo, y me rompe el hígado por no decir otra cosa el tener que aguantarla y seguir bombardeado con sus “predicciones” por más tiempo. Por salud mental no quiero tener que digerir sus “victorias” un día más. Por favor… ¡basta de Carrió! Es importante identificar bien al enemigo, y para mí lo es la derecha-derecha, que ella expresa casi mejor que nadie aunque de forma (por suerte) cada día menos inteligente.

Entonces, ¿quién es mejor, para el progresismo, en un segundo puesto, ya que por lo visto Michetti es imbatible en Capital?

Para mí, sin duda es Heller, un tipo lúcido, capaz y coherentemente progresista. Estuvo algo flojo, es verdad, al no enrostrarle en el debate, a Pino, su propio “voto no positivo” por la 125. Aunque también es verdad que quizá lo dijo y no se oyó, precisamente porque el cineasta lo interrumpía constantemente, tapándole la voz —lo cual está por verse si le jugó a favor o en contra, porque lo único que tiene a favor sin ambages es a La Nación, Clarín y “La Chiqui” que no ocultan su (súbito) enamoramiento y le dan tooodo el espacio—.

Según estas últimas encuestas (la de Poliarquía para La Nación no cuenta realmente), Heller y Pino están cabeza a cabeza, con bastante gente sin definirse hasta el último minuto. Pero todavía el Acuerdo Cínico y Antisocial cuenta un caudal bien importante.

Entonces, ante amigos y conocidos indecisos —el voto (i)—, para captarlos si podemos, me atrevo a proponer:

Primero, tratar de que les quede claro que Prat Gay “es Carrió”, y ésta la irredimible, reaccionaria, retrógrada y temible ultra-derecha.

Segundo, que la opción más clara para enfrentarla es Heller.

Pero, de última, para quienes lo único que tienen “claro” es que no quieren —por lo que sea— votar al kirchnerismo, para ellos igual a “peronismo” (gorilas los hay también entre nosotros, aunque muchos ni conscientes sean de serlo), decirles “bueno, sí, está bien… votalo a Pino”… Pero agregando con toda la malicia “claro que te va a traicionar… pero mejor votar a quien se dice progresista aunque sea un mentiroso, que fortalecer a la derecha explícita”… O algo así.

Hay que aclarar: Hay muchos que, siendo genuinamente progresistas, se encuentran en esta posición, y es respetable. Al fin y al cabo, es difícil ser inmune al bombardeo mediático constante, que ha tenido un innegable efecto convenciendo a muchos —aún contra toda la evidencia— de que los Kirchner son lo peor que nos ha pasado en toda nuestra historia… El otro día, hablando con un querido amigo que piensa —quizás— votar a Pino, le pregunté si no le parecía un disparate decir que Kirchner es igual a Menem. “En lo ladrón sí es igual”, me dijo con firmeza. Y ahí está uno de los principales problemas culturales que tenemos desde siempre: creer más en las habladurías que en hechos comprobables. ¿De dónde sacará esa convicción, si los mismos opositores que lo acusan, lo hacen sacando los datos de su enriquecimiento de la declaración jurada del ex presidente? ¿Alguna vez se vio algo así en nuestro país, un ex presidente cuya riqueza es real pero debe ser legal, (o no la podría declarar), y encima paga impuestos por la misma?

Confundido, está mi amigo, creo. Creo que, sin saberlo, adhiere a la costumbre de juzgar “culpable salvo que demuestre su inocencia” (y aún si así lo hiciere, “por las dudas”, porque no sólo el que labura sino el que cree en algo o alguien es un gil como en el tango)… ¿Pero para qué contradecirlo? Ya que a Heller NO lo va a votar, y eso está claro… y bué, que vote a Pino si no alcanza a ver el bosque.

Esto NO es una propuesta contundente. A mí también me da mucha bronca Pino. Pero trato de ser realista, queda una semana, y hay que hacer lo que se pueda ¿no?.

No sé… ¿mejor que voten a Zamora, al PO, que su voto se diluya?…

Lo dejo abierto, a ver si hay comentarios y sugerencias que ayuden a hacer lo mejor y más práctico posible en lo poquitísimo que resta.

Pero antes de cerrar: Más o menos lo mismo, con las variantes del caso, se aplica a los indecisos bonaerenses, pero ahí está aún más difícil, porque el segundo lugar parece jugarse entre lo malo y lo peor… Otro amigo, que vive acá pero allá vota, está pensando votar a Stolbizer ¡pero le tuve que decir yo el nombre porque él no lo sabía! “Ésa, la que está con la Coalición”, decía, probablemente sin saber tampoco que es “socia” de Carrió.

Ricardo Moura.

Pero sigo pensando… Entre los comentarios a este post en Bando-Neon leo el siguiente:

“Valentina dijo…

A ver, no tengo dudas que junto con Pino hay muchos compañeros sin los cuales es imposible encarar una reconstrucción del centroizquierda en Capital. Así como tambien creo que Pino se ha transformado en un obstáculo. Mas allá de la crítica a K, políticamente funcional a la derecha que lo está bancando desembozadamente, el hecho de que salga a agitar el FRAUDE en la CABA lo coloca en el lugar mas claro de la “antipolítica” que opera a nivel del neoliberalismo cultural que parece haber colonizado la cultura política porteña. Creo que Pino es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de esto y mas aún muchos de los que lo acompañan saben que el FRAUDE en la CABA no es un dato objetivo y que, en todo caso, nos es la inexistente estructura del FPV la que estaría en condiciones de perpetrarlo…
De todas maneras creo que está en todo su derecho de elegir la estrategia que a todas luces le conviene para arrimar algunos votos, pero tengamos claro que ese camino termina en Carrió”.

Peliagudo, el tema, ¿verdad? ´Tá’siendo DAÑO, el empinado Pino…

8 comentarios:

Eva Row dijo...

Bueno Ricardo, yo creo que los que votan a Pino desplazan a Carrió y eso es buenísimo, es decir, lo malo tiene algo de positivo. Es decir, nos conformamos con la porción de realidad que tiene algo a favor, de lo mucho que tiene en contra.
Claro que nos hubiera gustado que los que votan a Pino votaran por Heller. Pero ellos votan contra el Gobierno. Si Heller se presentara solo, tal vez lo votarían, aunque muchos de los que votan a Heller lo hacen porque está aunado al proyecto del Gobierno Nacional y representa la lista del oficialismo.
El problema es que muchos peronistas están enojados porque Heller no es peronista, entonces, para castigar a Néstor Kirchner por haber elegido a un extrapartidario, votan a Pino. De todo ésto colecta Pino. Vino a estar en el lugar justo a la hora justa para recoger lo que se le cae del cielo.
El argumento para refutar a Pino en sus pretendidas declamaciones, es el siguiente: alguien que desautorizó al Estado para intervenir en el mercado agrario votando contra la 125, no puede pretender que le crean, cuando dice utilizaría al Estado para intervenir el mercado del petróleo.
¿Petróleo sí, soja no?
Que alguien me conteste.

Ricardo Moura dijo...

Claro, eva, ese argumento es contundente, lo difícil es llevarlos al molino de Heller y no a votar "a los radicales", que algunos están tan en las nubes que podrían, así, votar Prat Gay-Carrió. Mañana me tengo que encontrar con mi amigo el que afirma que Kirchen "en lo ladrón es igual a Menem"... A ver si lo puedo "apretar" preguntando en qué SE BASA para decir eso... Éste es claramente de izquierda, pero oriundo de Esperanza, Santa Fe, plena Patria Sojera, no sé si de ahí venga su ofuscación... Vamu'a'vé.

Ricardo Moura dijo...

Fe de erratas, aunque Obvia, ¿no?: Kirchner, NO "Kirchen"

El tanque dijo...

Los cnadidatos mueren y resurgen constantemente, un "papelón" electoral es solamente un papelón electoral, eso queda en el olvido y no significa nada. Además esta fiebre encuestófila lo demuestra, no hay conciencia política, todo se maneja mediáticamente y los candidatos juegan su campeonato; a la gran mayoría le chupa un huevo la política y en su puta vida van a interesarse por la historia y oras yerbas. Hay que votar al gobierno y hacer política, pero no acompañar esta movida mediática y creer que se construye poder, sin ideología (lo cual necesita formación y lectura) no hay politica.
Convencer a un noventista indeciso no sirve a largo plazo.

Lunita del Sur dijo...

Muy interesante tu síntesis, este pantallazo que nos das sobre las elecciones que se vienen y un tema muy concurrido hoy por varios, que consiste en ver dónde ubicamos a Pino. Acabo de reflexionar sobre ello en mi blog.
Yo no me animo demasiado a ponerme en el lugar de líder de opinión y tratar de influenciar a mi círculo, aunque ganas no me faltan cuando veo que parecen no tener la menor idea. Pero por otra parte, me parece que la charla política es importante volver a instaurarla como un tema más normal, porque no es normal (o por lo menos, no es deseable) que hablar de política con otros incomode un poco.
Coincido con lo que pensás de Heller, buenísimo tenerlo como diputado. El tipo se puso en un lugar que es el más difícil hoy en día: apoyar lo bueno que se hizo y seguir por lo que falta. Parece que nada se hizo bien, según algunos. Y es todo muy discutible: los recursos naturales, la estructura fiscal regresiva, la polémica INDEC que es el eslogan preferido para inicar el ataque K, y demás cosas que, como te dije, son discutibles y se necesita de nuestra objetividad para aportar a niveles cada vez mayores de compromiso, transparencia, progresismo bien entendido y acción. Pero ¿cómo pretenden avanzar los que defenestran logros tan nodales como los de los últimos años? Es como ir cavando pozos en lugares diferentes: nunca se llega al agua (según leí en otro blog recién). Y es verdad.
Me da bronca que Pino no haya juntado sus ideas con Heller, me da bronca cuando tienen que terminar atacándose.
Igual yo voto en provincia así que no tengo mucho que pensar.

Un saludo y es bueno ver que la gente aporta así!

Eva Row dijo...

Ricardo, el argumento sobre el tema de que K es ladrón, es un argumento que hay que destruir por su falta de probanza. El tema de la honestidad es más que una excusa, es una exclusa, que intenta dejar afuera la política, porque nadie se salvará nunca de ser llamado corrupto entonces. Y no sirve que se diga que la justicia no es independiente y que por eso no se puede probar, porque allí se cierra el cìrculo de la lógica, sólo habilita la dictadura. Si la justicia es corrupta, entonces nada es posible. ¿Qué quieren decir, que la misma justicia será honrada cuando haya un presidente honrado? Si la justicia es dependiente, lo será siempre, y nunca habrá nadie que sea posible de demostrar que no es corrupto. Y siempre se sospechará de la corrupción de cualquiera, sea verdad o mentira.
¿Para què se presenta un candidato a competir si cree que va a haber fraude? O se cree o no se cree en el juego. Si se juega, entonces se aceptan las condiciones. Si no se aceptan las condiciones, entonces que no jueguen.

Ricardo Moura dijo...

Eva y LuNa: Ayer estuve charlando bastante con mi amigo el que afirmaba contundentemente que Kirchner es "tan ladrón como Menem. No creo haber revertido completamente su opinión (porque no es más que eso, ¿no?), pero al menos escuchó, y al final se quedó pensando... Es verdad, hay que desterrar la idea (instalada en años de dictaduras, creo) de que hablar de política no es socialmente aceptable.

rafaela pinto dijo...

Para afirmar que K. es ladrón no hace falta pertenecer a la patria sojera. ¿Izquierda? ¿Adónde? Seis años de kirchenismo y todavía la Pcia. de Buenos Aires (que lleva además veinte años de gobiernos peronistas) no tiene hospitales suficientes para atender a su gente. ¿O no es cierto que en los hospitales de Capital Federal hay casi más bonaerenses que porteños, siendo que los mantenemos los contribuyentes de Cap.Federal. Seis años de K. y no podemos bancar una epidemia porque el sistema de salud en todo el país se cae. Seis años de K. y la educacion en los tres niveles es más que vergonzosa. Seis años de K. y la inseguridad crece día a día. Seis años de K. y de López ni noticias. ¿YYYY?