jueves, 27 de mayo de 2010

¿Qué pasó el 25?

Pasó que la gente siente felicidad, sí, eso mismo. Mi amigo Luis Paredes señaló la realidad de los excluidos, los de siempre, y otros también mencionan los nuevos excluidos, sean temporarios o arrojados fuera del camino.
Todo es cierto.
Pero hay también alegría cuando se pasa de peor a mejor…pese a todo. Es esa la alegría que existe hoy.

Es también la alegría de poder salir a festejar libremente y sin miedo y de ver todo lo mucho que se comparte con tantos y tantos otros.
Somos un Pueblo, somos una Nación, múltiple e irredenta, pero llena de oportunidades para avanzar en la construcción de una Patria inclusiva e integrada en su Región.
Se podrán hacer todos los análisis que se quieran sobre como fue que fuimos independientes, y luego dependientes.
Pero nada remplaza la alegría y el sentimiento de un destino común.
¿Falta un proyecto? Yo solo conozco proyectos que fracasan.

Lo que no falta es la Idea del País que queremos, y eso va a orientarnos en cada encrucijada, en cada decisión de construir hoy esto y mañana aquello.
Los proyecto políticos se los mira desde el futuro, cuando ya los empezaste a realizar.
Si nuestros dirigentes, grandes y pequeños, se convencieran de tener confianza en la gente y que ellos ganarían más abriendo el espacio de la Política, nos encontraríamos que con todo lo que hay que hacer nos harán falta todavía más dirigente, cuadros y artífices.
Nada es seguro, pero yo creo que La Esperanza existe y esta preñada de futuro, difícil y feliz.


* Jefe de Proyectos Informáticos, miembro de Cara o Cruz Leer más...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran Verdad, Eduardo, fue una fiesta.
"Se hace projecto al andar..."
La alegria fue nuestra, las "crispaciones" ajenas...


L.P.

Eva Row dijo...

Siempre me impresionó el relato de la Primera Guerra Mundial, en el que se cuenta que los soldados alemanes y franceses enfrentados en trincheras opuestas, empezaron a salir de los escondites, haciendo una tregua temporal a la guerra, para festejar la Navidad. El festejo del Bicentenario me hizo acordar de ese momento tan emotivo. Ambos bandos tenían algo que festejar en común, a pesar de tanto odio acumulado el uno contra el otro.
Hemos vivido una tregua, festejando el Bicentenario. Nada habrá cambiado en el conflicto que subyace, pero algo ha cambiado en todos los argentinos que se mostraron en la Avenida del Bicentenario. El Pueblo argentino, de todas las provincias, de todas las comunidades, salió a mostrarse. Salieron de sus casas, fueron a vibrar con la música, a mover los cuerpos, a sacudir la bandera argentina, a disfrutar la jornada de celebración de la Patria. La Patria se encontró con su Pueblo.
Salud Eduardo!

eapc dijo...

Eva,

Algo de eso hubo, pero creo que se puede ir más allá (o que vale la pena apostar que se puede ir más allá en el significado).

Lo que mencionás fue posible en 1914, pero no ya en 1915-16-17...
Creo que tenemos mucho más en común que "les poilus et les boches" (franceses y alemanes)

El 25 muchos se reconocieron tener mucho en común, y quizás valga la pena señalar que muchas veces nos dividen el desconocimiento "del otro" y otras muchas veces las visones que nos son inyectadas por intereses ajenos a la mayoría.

En definitiva, yo no creo que haya necesidad de "reconciliación" en el seno de nuestro pueblo, sino exhortar al otro que él se puede ver en vos.

En todo caso, sin ingenuidad, es el momento de intentarlo.

Un abrazo,
Eduardo