martes, 6 de diciembre de 2011

El Leviatán que nos asusta, pero no nos aterra

No hay comentarios:
Nota publicada en El Diario de Gualeguay.

‎No sé por qué fatídica crueldad del destino, todo nos conduce en estos días a ese temible Leviatán.
¿Será el preanuncio de su muerte? ¿O de su agonía, la que seguramente será aún peor que su esplendor?

"En Estados Unidos, en el segundo trimestre de 2008, cuando quebró el banco de inversión Lehman Brothers precipitando una situación de estrés financiero global que aún perdura, según un relevamiento realizado por el Bank for International Settlements (BIS, el banco central de las bancas centrales), los derivados sumaban 182 billones de dólares, equivalentes a 12 veces el PIB de ese país. A nivel global la suma es impactante: 684 billones de dólares, once veces el PIB mundial de 63 billones en 2010, según el Banco Mundial."

Son estos contundentes datos con los que Joseph Stiglitz se pregunta si ¿Puede el capitalismo ser salvado de sí mismo? en una conferencia dada por él esta semana en Galicia, y que me impactó volver a leer en la nota de Zaiat publicada hoy por Página/12, mientras esperaba ceremonialmente su programa radial.

Entonces me quedé pensando, y creo que la conclusión más clara es que lo que terminará destruyendo el capitalismo financiero es la fantasía en la que se sumergió la economía mundial, la distancia abismal que separa al mundo financiero -hoy centro gravitatorio del capitalismo-, de la economía real.
¿En qué devendrá? Quién lo sabe, muchos apuestan por el capitalismo de estado, ante la evidencia ya inocultable de que si bien en el actual esquema la producción de riqueza es alta, igual de alta es la producción de miseria e inequidad. Nadie lo sabe. Lo que sé, es que dependerá de la claridad de los pueblos para no permitir seguir siendo dominados por los dictados de un pequeño puñado de ultraricos.
Para los neoliberales la democracia no es el estado natural de la sociedad. El mercado sí. Un dictador puede gobernar de manera liberal, así como es posible que una democracia gobierne sin el menor liberalismo. De manera que los neoliberales desprecian la democracia. Lo que nos enfrenta a la primera ley del capitalismo mágico: "la libertad de las personas es inversamente proporcional a la libertad de los capitales".

En la España que visitó Stiglitz, donde la mitad de sus jóvenes carecen de empleo, entre tanto, el futuro gobierno del PP insiste en que su prioridad es ese empleo, cuando lo único que se lee entre líneas es: precarización del empleo, baja de salarios, abaratamiento del despido. Las palabras de moda en España -y en Europa- hoy son: ajuste, prima de riesgo (riesgo país), mensaje a los mercados, deuda. ¿Les suena de algo todo esto?
Algo más que el estado del bienestar está en juego. Me temo que la primera ley del capitalismo mágico, se nos presentará sin indulgencia. El autoritarismo -incluso el fascismo-, mucho me temo, volverá a acampar en el viejo mundo.

Por suerte en nuestro Sur -10 años después de nuestro más doloroso diciembre que hoy parece preanunciarse con temible potencia, y recurrencia, en Europa- se está enterrando, esperemos que para siempre, la doctrina Monroe que nos condenó a ser un sucio y descuidado patio trasero los últimos dos siglos: Latinoamérica deberá ser para los latinoamericanos, ya no para los "Americanos".
Hoy, el faro de la libertad, alumbra desde el Sur, porque mientras algunos mediocres sólo escuchan sus propios -interiores- gritos, hay otra gente construyendo -en el mundo real- un futuro para Sudamérica...




Emboscado en mi escritura cantas en mi poema. Rehén de tu dulce voz petrificada en mi memoria. Pájaro asido a su fuga. Aire tatuado por un ausente. Reloj que late conmigo para que nunca despierte.
(Alejandra Pizarnik)

jueves, 1 de diciembre de 2011

IRH y ART

No hay comentarios:
Hace unos días, mis estimados y (cada vez más) escasos seguidores, este polígrafo, de nula fama y vulgares temáticas, especuló sobre la composición del gabinete de ministros que acompañarían la segunda presidencia de nuestra actual primera mandataria.

Allí, sin mayores explicaciones, vuestro cronista supuso que esta – digamos – 2da. etapa, tendría algunas marcas reconocibles:“Una equilibrada dosis de izquierda cultural, para sostener el relato (sin comillas) y derecha económica, para aplicar el ajuste (también, sin comillas) necesario.”
Poca repercusión tuvieron estas palabras, a fuer de sinceros. Sin embargo, el correr de los días nos deparó alguna que otra novedad, que sin llegar a ser sorpresa para quién esto escribe, indujo perplejidad en muchos otros.
La creación del Instituto de Revisionismo Histórico podría, supone este escriba, inscribirse dentro de un conjunto de medidas tendientes a colmar las expectativas y deseos de quienes se reconocen en tradiciones culturales de la izquierda nacional, por ejemplo.
Años ha vuestro polígrafo desafió la paciencia de muchos doctos profesores del Departamento de Historia de la UNR citando a figuras que hoy suenan reivindicadas por la creación del IRH.
De Pérez Amuchástegui a Jauretche, de Hernández Arregui y su “Formación de la Conciencia Nacional” y sus polémicas con Sábato a Scalabrini Ortiz con su documentada investigación sobre los ferrocarriles. Y hay más, claro. ¿Cómo no dar cuenta de la brillante prosa del colorado Ramos y su saga “Revolución y Contrarevolución en la Argentina”?
Bienvenido pues, el IRH, tanto para rescatar nuestra historia, como para confirmar las previsiones de este humilde cronista.
La segunda parte de la especulación sobre los cargos ministeriales tiene, no lo negaremos, aristas más polémicas. No es de buena educación, nos inculcan, andar citándose a uno mismo todo el tiempo, pero – como ya lo sabrán los tozudos seguidores de esta bitácora – el polígrafo del Barrio La República nunca se ha caracterizado por ser devoto de la corrección política ni le ha esquivado el bulto a la discusión. Es así como en ciertos ámbitos no muy inclinados a la apreciación de matices y paleta de colores puso este escriba su molesta pica, postulando que no todo es igual, y que el interés de los trabajadores y las clases subordinadas es el desarrollo de las fuerzas productivas.
Allí se dice: “En la relación dialéctica entre las clases, sus enfrentamientos estructurales o sus alianzas coyunturales en función de la relación de fuerzas, el proletariado y sus clases aliadas “pueden” aprovechar la debilidad estructural del capital vinculado al mercado interno en su disputa con aquella fracción orientada hacia la exportación para obtener mejoras y fortalecerse en vista a una posición superior desde la cuál continuar la lucha.El peronismo, como proyecto burgués, propone la conciliación de las clases, en aras de consolidar la dominación del capital. Pero entenderíamos muy mal al capital si creemos que su objetivo es la consolidación de su dominio social. Este es un medio, el objetivo – siempre lo fue – es la maximización el beneficio. Ocurre que éste objetivo según si su producción se vuelca al mercado interno o no, puede desarrollar o retardar el desarrollo de las fuerzas productivas. El interés del proletariado es su desarrollo (no cualquiera, por supuesto), por tanto, ante una situación en la que un proyecto propone (y va cumpliendo) parte de este programa y otro bloque burgués anuncia políticas que llevan hacia su retroceso, la opción es clara.
Quizás necesite alguna aclaración, dirán los refutadores de leyendas. Pues bien, replica vuestro polígrafo, más amante de la poesía pero devenido en duro analista de los fenómenos sociales, en pocas palabras sería así: entre la pena y la nada elijo la pena.
Hecha esta pertinente aclaración, volveremos – dado que en este humilde blog se hace lo que los lectores piden – al objeto primero de estas líneas: “Una equilibrada dosis de izquierda cultural, para sostener el relato y derecha económica, para aplicar el ajuste …”
Hace un año ¡Caramba! en esta página se interpretaron ciertas señales como, digamos, una “leve corrección del rumbo“. Sin dar, por otra parte, a esto más que una relativa importancia.
Allí decía este cronista: “…los tiempos políticos cortos imponen medidas redistribucionistas, se sabe: las elecciones se ganan por izquierda, aunque las llamas de las tensiones inflacionarias inherentes al modelo hoy, nos chamusquen un poco.

En el mediano plazo, sin embargo, se impone relanzar un nuevo ciclo de acumulación, es decir: inversión y ahorro.
Como la generación de riqueza tiene un único origen, que es el trabajo, esto implicará un nuevo paradigma redistributivo: hacia arriba. Allí, estimo, tropezarán con los límites del capitalismo argento”

Ya en el curso de este trascendental 2011, allá por Junio, vuestro dubitativo anfitrión se preguntaba si acaso no se estaba llegando – económicamente, lo que quiere decir: políticamente – a ciertos límites. Siempre atento a buscar respuestas que nadie pide a preguntas que nadie se hizo el polígrafo del Barrio La República, a la sazón quién con esto prosigue aburriendo a sus lectores, decía: El éxito del modelo, se ve, contiene el germen de su propia debacle. Ahora bien, dado que la preeminencia, imperio o simple soledad de la economía a la hora de digitar nuestras pobres existencias es una religión que profesan los liberales (y algunos marxistas sui generis) aquellos que comulgamos en el altar de la política deberíamos poder atrevernos a pensar en alternativas que emparchen, remienden, renueven, relancen o – más sencillamente – propongan continuidades virtuosas y rupturas con los vicios.”
El correr de los meses, con la (buena) nueva de un categórico triunfo electoral que obró como óleo santo sobre la legitimidad del actual gobierno, fue revelando que los avatares económicos del hemisferio norte no pasarían sin algún impacto sobre las cuentas fiscales, los bolsillos de los contribuyentes y las asistencias sociales, parecería incluso.
En este sentido, el gobierno ha tomado medidas que no por demoradas dejan de ser bienvenidas.
Y otras ¡Por fin, allá vamos! que no por sospechadas deberían dejar de ser repudiadas: púdicamente el diario Página/12, comenta sin citar: También reclamó un acuerdo entre sectores para reducir la incidencia de los juicios por accidente en la construcción”
Bellas palabras, para relatar que el gobierno, preocupado por no lesionar la necesaria rentabilidad de la industria de la construcción promueve mejorarla por la vía de reducir la litigiosidad. Si ya está la ART, que le pagará a los deudos, ¿Para qué abrir segundas vías de reclamos ante el fuero civil?
Las recatadas expresiones de apoyo a la iniciativa por parte de los capitalistas de la construcción no deberían llamarnos a engaños: es por el bien de los trabajadores. De respetar medidas de seguridad, ni hablar, sería de mal gusto en ciertos ámbitos.
El polígrafo del Barrio La República, poco afecto a definiciones tajantes y partidario de contar los porotos propios y ajenos para saber si pelear o negociar, no le huye el cuerpo a la contundencia en este caso: Así no, Cris, así no.
En la certeza de que nada de lo que aquí se dijo le importará a nadie, no dejará vuestro escriba de romper una lanza más, por blanda que su asta sea, desde el mismo lado de la trinchera en el que siempre estuvo. Sin necesidad de correrse ni un cachito, mis estimados.
Buenas noches !